
Aplicaciones: Adecuado para aplicaciones de presión baja a media. Se utiliza donde la temperatura de funcionamiento es inferior a 800 °F (427 °C) para acero con reborde y inferior a 1000 °F (540 °C) para acero calmado.
2. Acero al carbono-molibdeno (p. ej., SA209)
Descripción: Los aceros al carbono-molibdeno contienen típicamente alrededor de un 0,5 % de molibdeno, lo que mejora la resistencia a la fluencia y la resistencia a la corrosión en comparación con los aceros al carbono simples.
Aplicaciones: Se utilizan comúnmente en entornos de alta temperatura y alta presión, como en sobrecalentadores y recalentadores. Puede soportar temperaturas de hasta 1000 °F (540 °C).
3. Acero de baja aleación (p. ej., SA213-T11, T12, T22)
Descripción: Estos aceros contienen pequeñas cantidades de cromo (hasta un 2,25 %) y molibdeno (hasta un 1 %), lo que mejora su resistencia, resistencia a la fluencia y resistencia a la oxidación a altas temperaturas.
Aplicaciones: Se utilizan con frecuencia en calderas de alta presión, soportando temperaturas de hasta 1200 °F (650 °C). T11 y T12 son adecuados para aplicaciones de temperaturas ligeramente más bajas, mientras que T22 se utiliza para temperaturas más altas debido a su resistencia superior a la fluencia.
4. Acero de alta aleación (p. ej., SA213-T9, T91)
Descripción: Los aceros de alta aleación como T9 y T91 contienen niveles más altos de cromo (hasta un 9 %) y molibdeno (hasta un 1 %), lo que ofrece una excelente resistencia a la corrosión y la oxidación, junto con una alta resistencia a la fluencia.
Aplicaciones: Se utiliza en sobrecalentadores, recalentadores y otros componentes en calderas de alta presión que funcionan a temperaturas de hasta 1200 °F (650 °C).
5. Acero inoxidable (p. ej., SA213-T304, T316)
Descripción: Los aceros inoxidables austeníticos, como T304 y T316, ofrecen una excelente resistencia a la corrosión y la oxidación, alta resistencia y buena ductilidad. Estos materiales pueden funcionar a temperaturas más altas sin perder sus propiedades mecánicas.
Aplicaciones: Ideal para entornos de alta presión y alta temperatura, especialmente donde la resistencia a la corrosión es crítica. Se utiliza en sobrecalentadores y recalentadores, con límites de temperatura que dependen del grado específico, generalmente hasta 1650 °F (900 °C).
6. Superaleaciones (p. ej., Inconel, Hastelloy)
Descripción: Son aleaciones a base de níquel diseñadas para condiciones extremas. Proporcionan una resistencia excepcional, resistencia a la fluencia y resistencia a la corrosión a temperaturas superiores a las de los aceros tradicionales.
Aplicaciones: Se utilizan en los entornos más exigentes dentro de las calderas de alta presión, incluidas las calderas supercríticas y ultrasupercríticas, donde las temperaturas pueden alcanzar hasta 1800 °F (980 °C).
Conclusión:
La selección del material para los tubos de calderas de alta presión depende de las condiciones de funcionamiento específicas, incluidas la temperatura, la presión y la presencia de entornos corrosivos. Los aceros al carbono y al carbono-molibdeno son adecuados para condiciones moderadas, mientras que los aceros de baja y alta aleación, los aceros inoxidables y las superaleaciones se utilizan para aplicaciones más exigentes. La selección adecuada de los materiales es esencial para garantizar la seguridad, la eficiencia y la longevidad de las calderas de alta presión.
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